Los partidos PRI y PAN salieron muy debilitados en el municipio de Altamira, frente a sus rivales de Morena y sus aliados.
La candidatura de Miguel Gómez Orta a la alcaldía, fue un rotundo fracaso.
Los “viejos” grupos de familias que detentaron el poder político del municipio por muchos años, lo dejaron solo.
Y es que Miguel Gómez Orta como candidato no sumo, por el contario resto. Y no conforme con ello nunca busco multiplicar, por el contario se dedicó a dividir.
El panismo –rancio- tradicional lo abandono y se sumaron al candidato de la coalición de Morena y sus aliados Armando Martínez Manríquez.
Otra señal que daño a Miguel Gómez Orta, fue que el ex candidato a la alcaldía del PAN Ciro Hernández Arteaga, tampoco forma parte de su equipo, por el contrario, pidió el voto para Armando Martínez Manríquez, el ahora alcalde y reelecto Presidente Municipal por tres años más.
La coalición entre PAN-PRI, solo fue de membrete: Ello porque en lo cotidiano las “rencillas” y rivalidades interpartidistas continuaron por toda la campaña, en realidad algunos candidatos a las regidurías, fueron candidatos de –económicas- cuotas y no de personas con liderazgo social o con el reconocimiento de la ciudadanía.
Sumo a quienes el candidato rival, desecho de su administración. En gran parte ese fue el fracaso de Miguel Gómez Orta y los partidos que lo postularon.
El fracaso nunca les exige aprender ni cambiar sus actitudes.
VOTOS… ¡A cubetadas!
Y en medio de la crisis hídrica que vive Tamaulipas igual que otros estados, el candidato del PAN-PRI Miguel Gómez Orta, quiso ganar votos ¡a cubetadas¡ de agua, lucrando con este recurso natural, pues con esa estrategia las cubetadas de votos fueron en su contra. Lejos de los frascos de agua contaminada, fotografías y hasta unos arrugados pósteres para acusar a los rivales de alguna cosa, destaca lo ambicioso de las propuestas.
Y es que la crisis hídrica es considerada una preocupación cada vez más importante para la gente y, por lo tanto, también para quienes se disputan el poder, con la consideración de que este problema puede modificar la intención del voto o definirlo.
Y quizás, en un futuro cercano, podría ser el tema que determine resultados de elecciones.
Pero en esta ocasión remarco el fracaso del candidato del PAN-PRI, a la alcaldía de Altamira, Miguel Gómez Orta.
Pues los “viejos” grupos políticos del municipio lo dejaron, solo.
Y los verdaderos panistas lo abandonaron.
Pues según el PREP: “Toma – no es agua– tu Voto”.
David Valenzuela Barrios 4, 203 votos PRD
Amparo Guzmán Miranda 3,592 Votos MC
Miguel Gómez Orta …. 16, 012 votos PAN-PRI.
Armando Martínez Manríquez 60, 824 Votos Morena y sus aliados.
Así sin competencia real los “viejos” grupos políticos de Altamira se acabaron.
El color Amarillo fue representado por uno de los “Jefes Políticos”, El Naranja, Naranja, por el otro y el pueblo los acabo, y fue el pueblo sabio el encargado de masacrar a votos a Miguel Gómez Orta, junto con el PAN y al PRI…
Los Altamirenses derrotaron al pasado y a los “caciques”.